La pandemia de COVID-19 ha afectado significativamente a la economía y a la sociedad en su conjunto. Con el objetivo de mitigar los efectos de la crisis y sentar las bases para una recuperación sostenible, la Unión Europea ha creado el Fondo Next Generation EU. Uno de los principales objetivos de este fondo es impulsar la transición ecológica y digital, y mejorar las infraestructuras y servicios públicos, incluyendo la vivienda.
En este sentido, el Gobierno de España ha destinado una parte importante de los fondos recibidos del Next Generation EU a la rehabilitación y mejora de la vivienda. En concreto, se han destinado 6.820 millones de euros a este fin, lo que representa el 17% del total de los fondos recibidos.
Estos fondos están dirigidos a proyectos de renovación y mejora de la eficiencia energética de los edificios, así como a la rehabilitación y regeneración urbana en zonas desfavorecidas. Esto se traduce en una oportunidad única para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos y para contribuir a la lucha contra el cambio climático.
La mejora de la vivienda tiene beneficios económicos y sociales significativos. Por un lado, la rehabilitación y mejora de los edificios puede generar empleo y actividad económica, especialmente en el sector de la construcción. Por otro lado, la mejora de la eficiencia energética de los edificios puede reducir el consumo de energía y las emisiones de gases de efecto invernadero, lo que contribuye a la lucha contra el cambio climático.
Además, la rehabilitación y mejora de la vivienda también puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de las personas. Los edificios más eficientes y confortables pueden mejorar la calidad del aire interior, reducir el ruido y mejorar el confort térmico, lo que puede tener un impacto positivo en la salud y el bienestar de los habitantes.
En resumen, los fondos Next Generation EU representan una oportunidad única para mejorar la calidad de vida de los ciudadanos, para generar empleo y actividad económica, y para contribuir a la lucha contra el cambio climático. La mejora de la eficiencia energética de los edificios y la rehabilitación y regeneración urbana son objetivos clave de estos fondos, y su impacto positivo en la vivienda puede tener beneficios significativos en términos económicos, sociales y ambientales.